Cuando decidí remodelar mi cocina, elegí granito para las encimeras debido a su durabilidad y elegancia. Sin embargo, después de varios años de uso, noté algunas grietas y astillas. Me pregunté si era complicado arreglarlas. Después de investigar, descubrí que no es tan difícil como parece siempre que se tenga en cuenta ciertas consideraciones.
Primero, consideremos los costos. Los reparadores profesionales pueden cobrar entre 100 y 300 euros, dependiendo del daño. Si el daño es mínimo, puedes intentar repararlo tú mismo, lo cual resulta mucho más económico. Existen kits de reparación en el mercado que cuestan entre 20 y 50 euros y contienen resinas epoxi que puedes aplicar en las grietas. En mi caso, el kit funcionó bastante bien en las pequeñas astillas que tenía mi encimera.
El siguiente factor a considerar es el tipo de daño que tiene el granito. Para arañazos menores o desgaste superficial, pulir es la mejor opción. Un buen pulido puede devolverle el brillo al granito, y los productos de pulido adecuados no cuestan más de 30 euros. En mi experiencia, solo necesitas un poco de paciencia para pulir a mano si quieres ahorrar en herramientas eléctricas.
Ahora bien, ¿qué pasa si el granito se rompe en un área más amplia? En momentos así, la situación se complica un poco. En tales casos, contar con un experto es ideal, ya que el trabajo necesita precisión y técnica para asegurar que el color y el veteado del granito coincidan perfectamente tras la reparación. Empresas como Granite Gold, especialistas en piedra natural, ofrecen este tipo de servicios con garantía.
Hablando de mantenimiento, se recomienda sellar el granito una vez al año para asegurar su longevidad. Un buen sellador puede mantener el material inmaculado, lo que al final te ahorrará costosas reparaciones. Recuerdo haber visto en un reportaje que muchos propietarios olvidan este paso, lo cual puede resultar en un envejecimiento prematuro del material.
En conclusión, reparar granito no es imposible ni necesariamente caro. Con las herramientas adecuadas y un poco de conocimiento, muchos de los daños comunes pueden solucionarse en casa. Sin embargo, cuando el daño es más severo, siempre es recomendable consultar con un especialista para asegurar un acabado impecable.